El Hijo Del Zapatero by Gayle Ramage

autor:Gayle Ramage
La lengua: spa
Format: epub
editor: Babelcube Inc.
publicado: 2014-11-30T00:00:00+00:00

TRES SEMANAS DESPUÉS...

Tenía la mirada fija en las profundas aguas del lago Nor, que se encontraba entre el decadente lado sur de la ciudad y la resplandeciente novedad del norte. Su estómago rugía pidiendo comida, pero se había entrenado para ignorar las punzadas del hambre hasta no poder soportarlas más; al llegar a ese punto, salía a robar lo que podía.

Las noches invernales traían un frío glacial y Edimburgo se encontraba cubierta por una capa de nieve. Brogan contemplaba los copos a medida que caían y se derretían en el lago. Se desnudó por completo; así, se desmayaría mucho más rápido al sumergirse en el agua. Rápido, y relativamente indoloro.

No había vuelto a ver a William Burke ni a William Hare desde aquella noche. Sin embargo, constantemente miraba sobre su hombro esperando encontrarse con las autoridades, a punto de arrestarlo. Hacía días que no dormía. Lo aterraba la idea de cerrar los ojos y despertar en la cárcel.

Se quitó el abrigo y lo dejó caer en el suelo. Alguien se aclaró la garganta a sus espaldas. Así que lo habían alcanzado después de todo. Giró sobre sus talones, listo para escapar corriendo.

—Hace un poco de frío como para nadar desnudo, ¿no crees? —Darcy apareció entre un grupo de árboles cercano, vistiendo exactamente igual que hacía tres semanas atrás. Estaba mirando la superficie del agua que reflejaba una luna deformada—. Es tan extraño ver este lugar lleno de agua. Es una lástima que lo hayan vaciado en el futuro —suspiró, y su aliento se hacía visible en el aire helado—. ¿De veras ibas a suicidarte?

—¿Quién dijo que lo haría? —Estaba feliz de verla de nuevo, pero no quería que ella lo supiera.

—Muchos árboles genealógicos lo dicen —respondió—. Los descendientes de tus hermanos y hermanas. Brogan O’Malley. Fallecido el 24 de diciembre de 1827 en el lago Nor, Edimburgo.

—Será mejor que no los desilusione, entonces —dijo, pero permaneció inmóvil.

—He estado pensando.

—Espero que no te haya costado mucho esfuerzo. —Aunque no podía verla bien en la oscuridad, sabía que había sonreído al escuchar eso. La dejó tomarlo por el brazo y alejarlo del lago. Deambularon por la calle Princess, mientras la luz de la luna guiaba sus pasos.

—Mira, esto es así —comenzó—: podríamos asearte y darte comida porque, dicho sea de paso, todavía pareces un esqueleto caminando, y así podrás empezar tu vida desde cero.

—Darcy, di lo que quieres decir. Estoy muy cansado y hambriento así que, si lo que me estás ofreciendo es una cama para pasar la noche, solo dilo.

—No, no estoy ofreciéndote una cama. Quiero decir, no solo una cama. Y antes de que se te ocurran ideas raras, no es mi cama. Estoy ofreciéndote una nueva vida, Brogan. Estabas destinado a morir esta noche. Nunca encontraron tu cadáver, pero nadie volvió a verte después de hoy. Ven conmigo y comienza todo desde cero.

—¿Quieres que vaya al futuro contigo? ¿Por qué?, ¿qué te hizo cambiar de parecer?

—Me gustas —dijo, simplemente—. Tienes un buen corazón, a pesar de las malas decisiones que has tomado en el pasado.

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